En las fértiles tierras de la parroquia padronesa de Herbón se sitúa el Convento de San Antonio, muestra franciscana por excelencia.
En este valle bañado por las aguas del Sar y del Ulla, se instaló esta orden en 1396 y perduró en el tiempo durante más de seis siglos, llegando a nuestros días. Este centro de culto religioso invita a todo visitante que se aproxime a sentir y respirar la calma, la sobriedad, la tranquilidad y el sosiego que reina nos sus centenarios muros.
Para acceder al convento hay que pasar por una ancha cuesta con ligera pendiente que nos conduce a la puerta de la capilla, donde, a la derecha, se puede contemplar una fuente que representa uno de los franciscanos en postura de oración. En la fuente reza una inscripción que nos indica que fue construida en 1786, aunque como se indicó con anterioridad, los religiosos ya andaban por estas tierras desde 1396.
Este convento es el punto originario en nuestras tierras de donde sale uno de los recursos más preciados de nuestra zona, los pimientos de Herbón, traídos desde las Américas por uno de los franciscanos que recorrió aquellas tierras y que permitieron proyectar a Padrón al escenario gastronómico nacional e internacional.
Por este enclave pasa la Ruta del Pimiento de Herbón, y muy cerca se encuentran las pesqueiras de lamprea.
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VÍDEO SOBRE EL CONVENTO DE HERBÓN